«Año tras año llega esta época tan bonita donde nuestros hijos, parejas y amigos se  acercan a nosotros, los papás, con mensajes de agradecimiento por haber asumido este rol con “pantalones bien puestos”

Claro que nos gusta sentirnos homenajeados y que al igual que a las madres, nos dediquen un mes al año, porque si bien madre solo hay una; un buen padre, también es muy escaso. El problema  aquí no viene a ser la celebración, sino EL REGALO…

¿El regalo? Sí, no sé si somos los únicos que hemos recibido los mismos calcetines en el Día del Padre y en Navidad; o la crema para afeitar, un buen desayuno y más tarde un par de cervezas – que no está mal- pero que podrían convertirse en el complemento de un detalle perfecto que tenga en cuenta, además de nuestras necesidades, algunos de nuestros gustos.

Lo que hemos podido evidenciar es que según varias personas regalarle algo a un hombre es muy difícil dicen que somos indescifrables, que salimos muy caros en las fechas especiales y que nada nos importa; pero este es un mito que queremos derrumbar:

A los hombres nos gusta la moda: con el paso de los años la concepción que tenemos de la imagen y de la moda ha cambiado; ahora nos importa más la estética, nos gusta vernos y sentirnos atractivos, seguimos tendencias y nos acoplamos con facilidad a los cambios sociales. Por ello estamos muy abiertos a usar prendas de colores diferentes a los tradicionales y con diseños innovadores que no se olviden del factor comodidad.

Seguimos siendo prácticos, pero flexibles: una característica generalizada es que a los hombres nos gustan las cosas que sean útiles, que nos brinden algún beneficio o satisfacción. No nos gusta acumular ni tener por tener. Un consejo para que des un buen obsequio, es convertirte en  un hábil observador (a), presta atención a eso que le gusta o que le podría quedar bien al beneficiado; otra manera, es preguntar de manera disimulada qué le hace falta, de esta manera todos estaremos felices.